La moratoria previsional en Argentina, que permitió a los trabajadores acceder a la jubilación sin cumplir con los 30 años de aportes, llegó a su fin el 23 de marzo de 2025. Este cierre plantea un gran desafío tanto para las empresas como para los empleados que aún no han alcanzado los requisitos completos para jubilarse.
El fin de la moratoria deja a muchos trabajadores, especialmente aquellos que han trabajado en la informalidad o que tienen periodos sin aportes, sin opciones claras para regularizar su situación. Además, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) cubre hoy menos del 31% de las necesidades básicas de los jubilados, lo que agrava aún más el escenario para aquellos sin aportes completos.
Opciones disponibles tras el fin de la moratoria:
- Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado: Las mujeres pueden obtener años de aportes por cada hijo biológico o adoptivo, con condiciones especiales si el hijo tiene discapacidad o si la madre ha recibido la AUH.
- Excedente de Edad Jubilatoria: Para quienes superan la edad de jubilación (60 años para mujeres y 65 para hombres) pero no alcanzan los 30 años de aportes, se podrá computar un año de aportes por cada dos años de excedente.
- Plan de Pago de Deuda Previsional (Ley 27.705): Permite regularizar aportes impagos desde los 18 años hasta diciembre de 2008 mediante cuotas mensuales.
- Moratoria Previsional de la Ley 24.476: Permite regularizar aportes impagos entre 1955 y 1993, sujeta a evaluación socioeconómica.
- Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM): Dirigida a aquellos mayores de 65 años sin otra jubilación, cubriendo el 80% del haber mínimo.
¿Cómo pueden las empresas acompañar a sus empleados hacia la jubilación?
Ante este panorama, es crucial que las empresas adopten un enfoque proactivo para acompañar a sus empleados que están cerca de la jubilación. La implementación de programas de asesoramiento financiero, talleres y coaching previsional puede ser fundamental para ayudar a los empleados a tomar decisiones informadas sobre su futuro financiero.
Dolores Liendo, Wealth Country Business Leader Argentina, Uruguay y Paraguay de Mercer, resalta que “la implementación de políticas inclusivas y flexibles no solo beneficiará a los empleados, sino que también contribuirá a la sostenibilidad y el éxito a largo plazo de la organización”.
En los casos de trabajadores que aún no han alcanzado los 30 años de aportes, pero que deciden seguir trabajando hasta los 70 años para completar los años faltantes, las empresas pueden ofrecer programas de asesoría financiera y promover una cultura de bienestar y planificación financiera dentro de la organización. Además, se pueden establecer programas de reentrenamiento o reubicación para aquellos empleados que ya no puedan continuar en sus roles originales, ofreciendo opciones a tiempo parcial o remoto.
Opciones ante la imposibilidad de reentrenar o reubicar al trabajador:
Cuando no sea posible reentrenar o reubicar a un trabajador en la misma organización, las empresas pueden considerar opciones de salida digna como programas de Retiro Anticipado, con condiciones favorables y compensaciones justas.
Liendo enfatiza que “proporcionar asesoramiento en la transición y campañas de concientización sobre estos programas permitirá a los colaboradores sentirse informados y apoyados, mejorando su calidad de vida y fortaleciendo la cultura organizacional”.
Conclusión
El fin de la moratoria previsional plantea un desafío importante para las empresas, pero también una oportunidad para adoptar políticas proactivas que no solo beneficien a los empleados, sino que también fortalezcan la organización a largo plazo. Implementar programas de asesoramiento, flexibilización laboral y un enfoque integral sobre bienestar y previsión social permitirá a las empresas crear una cultura organizacional más inclusiva y sostenible.
Las empresas que se anticipen a estos cambios y apoyen a sus empleados en la transición hacia la jubilación mejorarán su reputación como empleadores responsables y fortalecerán el compromiso de su fuerza laboral.